La problemática del México Metal Fest y el monopolio en la escena del metal
Aunque a primera vista pueda parecer una noticia distante para el público chileno, es importante informarles sobre lo que está ocurriendo en el México Metal Fest, programado para el próximo 12 de octubre en la ciudad de Monterrey. Este festival ha sido cancelado... pero, en realidad, no del todo. Permítannos explicar en detalle.
En los últimos años, tanto en México como en otros países de Latinoamérica, hemos presenciado una serie de eventos musicales –conciertos y festivales– organizados con estándares mínimos de producción o, en el peor de los casos, como claros ejemplos de estafa.
En meses recientes, un reconocido medio informativo mexicano, Aristegui Noticias, ha sacado a la luz una serie de investigaciones que revelan posibles fraudes y malas prácticas por parte de empresas de entretenimiento. Estas investigaciones destacan la formación de un monopolio en la escena del metal mexicano, dirigido por Javier Castañeda y Francisco Ledezma, quienes controlan importantes festivales como Hell & Heaven y Knotfest. A través de empresas fachada y acuerdos internos, ambos han consolidado su dominio sobre el mercado de eventos de metal, marginando a promotores independientes y estableciendo una red de favoritismos.
Entre las acusaciones más serias se encuentran las cancelaciones sin reembolso y la falta de pago a bandas y trabajadores. Además, los festivales bajo su control han sido criticados por su mala organización y deficiente seguridad, lo que ha afectado gravemente su reputación dentro de la comunidad metalera.
Este monopolio no solo perjudica la industria del entretenimiento, sino que ha generado un fuerte descontento entre artistas y fanáticos, quienes padecen la baja calidad y los constantes problemas logísticos. Las oportunidades de trabajo se concentran en manos de pocos, distorsionando el mercado musical en México. Según las investigaciones, las principales responsables de estas prácticas son dos empresas: Live Talent y Music Vibe, esta última creada para engañar a un público que ya había perdido la confianza en los organizadores originales.
Uno de los casos más notables fue la cancelación del Hell and Heaven 2020, que estaba programado para marzo en la Ciudad de México. Si bien la pandemia de COVID-19 fue una de las razones esgrimidas para justificar la cancelación, la empresa no ofreció un proceso claro de reembolso. Muchos asistentes denunciaron que no pudieron recuperar su dinero, lo que generó una oleada de quejas en redes sociales. Además, varios proveedores y artistas denunciaron impagos, exponiendo un claro ejemplo de mala gestión financiera y falta de cumplimiento con los compromisos asumidos.
También se documentaron casos donde fans compraron boletos para conciertos que jamás se llevaron a cabo. Al intentar solicitar un reembolso, se encontraron con respuestas evasivas y la falta de comunicación por parte de la empresa. La investigación de Aristegui también reveló cómo Music Vibe continuó vendiendo entradas para eventos que ya habían sido cancelados, lo que sugiere un esquema fraudulento para estafar al público.
El caso más reciente es el del México Metal Fest, un festival que, antes de su octava edición en 2024, se había consolidado como uno de los favoritos de la región, llegando incluso a contar con uno de los carteles más ambiciosos del mundo.
Sin embargo, tras una separación entre las promotoras, el festival ha caído en manos que, al parecer, no están a la altura. Como resultado, varias bandas anunciadas no formarán parte del evento, el precio de las entradas ha cambiado y solo se presentarán grupos representados por una promotora que lleva años organizando eventos de nicho en la región, como los conciertos de Napalm Death y Lucifer en 2024.


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